viernes, 26 de octubre de 2007

Irlanda: reunión de druidas en Blarney

Las fuentes donde he logrado la información para redactar esta entrada son las siguientes:
-Como buscador he utilizado google.com, ya que es una herramienta que domino, con la que estoy familiarizada y que suele darme buenos resultados.
-He vuelto a recurrir a Google, en esta ocasión a su directorio, ya que me ha dado la oportunidad de buscar en castellano, algo que con otros índices como Librarians o Open directory no he conseguido, lo que dificulta enormemente la tarea. Además, el de Google había registrado mis búsquedas anteriores, subrayando las categorías que había seleccionado anteriormente, lo que también proporciona rapidez y simplifica las cosas
-Como metabuscador me he valido de Clusty, ya que la clasificación (los clusters) que proporciona, efectivamente supone un nivel de sofisticación y precisión que facilita la tarea de la búsqueda de una forma impresionante, ese servicio de discriminación la convierte en algo mucho más cómodo que ahorra tiempo a la hora de discernir en la marasma de resultados obtenidos lo que estamos buscando.
-Como multibuscador, me he decantado por Searchenginecolosuss, ya que, dado que el blog versa sobre el mundo y viajes me parece muy útil la selección de buscadores conforme a países.

Tras el tanteo en los distintos métodos de búsqueda he decidido recurrir al buscador de Google, más que nada porque, por tratarse de la primera práctica, prefiero usar una herramienta conocida que no me depare sorpresas, con la que tenga más margen de maniobra, hasta que adquiera soltura y me atreva con otros medios. Quería publicar una entrada acerca de Blarney, una zona de Irlanda y, particularmente de su castillo, su mayor atractivo turístico, para ello he ido a la búsqueda avanzada del susodicho buscador. He puesto la palabra clave "blarney castillo", he seleccionado el español como idioma por razones obvias, en cuanto al formato, he escogido la opción "cualquier formato", ya que de momento se trata únicamente de encontrar información, y asimismo he dejado la opción de "en cualquier momento", he escogido que la presencia del criterio estuviera en el contenido de la página, para asegurarme de que ésta me va a suministrar información y no he especificado ningún dominio.
Gracias a las especificaciones he evitado la avalancha de páginas de hoteles que me ofrecen una bonita estancia en Blarney y he encontrado algunas páginas útiles a mi búsqueda como

http://teamhair-irish.blogspot.com/2007/08/castillo-de-blarney.html

http://www.anirishvacationsite.com/espanol/earea.htm

http://usuarios.lycos.es/victoriano/irlanda.htm

Las imágenes con las que ilustraré mi entrada las he hallado dirigiéndome a la sección de Imágenes de Google.

Consignadas las fuentes consultadas y el proceso de búsqueda con todos los pormenores, paso a expresar los frutos de mi búsqueda con la primera entrada de mi blog.


En un momento determinado de la película de Stanley Kubrick "Lolita", la nínfula, con tono ladino y melifluo le pregunta a su torturado padrastro si alguna vez ha estado en Blarney. Si, al igual que Humbert Humbert, nunca has tenido ocasión de visitar tan mágico paraje, bien podría ser esta una invitación que te anime a personarte por allí cuando te halles por lares irlandeses.
Recomiendo encarecidamente el viaje y es que, Blarney, un apacible pueblecito situado al sur de la tierra del trébol, más concretamente en el condado de Cork, tiene en sus inmediaciones un imponente castillo que lo realza hasta el punto de otorgarle nombre propio y un lugar en el disputado mapa, entre tanta pugna de reclamos turísticos. Su vista, sobrecogedora, emergiendo súbitamente del tupido tapiz formado por las copas de los árboles que lo rodean, logra retrotraernos con fidelidad al siglo XV en que el castillo fue erigido.





Pero, antes de que traspongamos su umbral, bien vale detenernos y darnos un garbeo por el parque en el que está enclavado. Se trata de un amplio bosque, en afortunado estado de conservación, en el que la humedad ha impuesto su supremacía indiscutible y ha estallado en forma de un verdor reventón. Podemos toparnos con plantas exuberantes, sacadas de los frondosos follajes de los cuentos de hadas, con árboles que envidian al cielo y que, tal vez, aún siguen creciendo en un intento pretencioso pero legítimo de alcanzarlo, y con cavernas rojizas y parduscas que nos dan fe de la presencia de los druidas en un tiempo remoto. Nuestro deambular por esa naturaleza hechizada y genuina, remojada con rocío y sortilegios, se verá jalonada por la visión de una curiosa piedra interpuesta en un camino del parque: es una roca que, quizás por capricho de la erosión, acaso por un guiño del verdadero espíritu del que está impregnado el lugar, ha adoptado la forma del rostro de una bruja. Su perfil de nariz ganchuda y su ojo burlón no son sino un retrato de la auténtica dueña de la casa, que nos recuerda con cortesía pero inapelablemente que allí no somos otra cosa que extraños, que jamás perteneceremos a ese mundo y que, como mucho, nos lo cede para que soñemos un inolvidable pero corto rato. Sigamos el recorrido.
Una vez inspeccionados los alrededores, ya podemos penetrar en el castillo propiamente dicho, deslizarnos por sus corredores y caminar bajo sus bóvedas.





El edificio está en ruinas, vacío, sus estrechas ventanas dejan que el frío viento se cuele por ellas y sople en los angostos pasillos, que ulule en las empinadas escaleras de caracol que conducen al cilíndrico torreón, desde el que se atisba una panorámica magnífica, que acampe en el patio de armas, con la hiedra escalando por sus paredes con la audacia que solo tiene la hiedra en los castillos decadentes... en fin, es el paradigma de un perfecto castillo medieval. La particularidad que lo define y que lo ha hecho célebre, trayendo su nombre a colación en numerosas referencias turísticas es la leyenda que dormita en torno a él.
En el s.XVI, Lord Cormac McCarthy, que con una gran facilidad de palabra dio al traste con las demandas inglesas acerca de las reformas agrarias, dio pie a la siguiente historia: una anciana, agradecida para con su rey, que le había salvado la vida, realizó un conjuro en la pared de piedra para que "quien consiguiera besar la piedra en la torre del castillo en una postura algo incómoda, adquiriera el don de la elocuencia. Hay que tenderse boca arriba auxiliado por otra persona y estirando la cabeza hacia abajo se debe besar la piedra que se halla en un saliente."

Así, el gran atractivo del castillo de Blarney es la proeza, no recomendada para quienes padezcan de vértigo, de tenderse de espaldas, suspendiendo el tórax y la cabeza en el vacío, para depositar un beso en la piedra que habrá de soltar y afilar la lengua del osado que, con ínfulas de funambulista, se decida a adoptar la precaria postura para ser bendecido con el don.

PD: esto, que tan arriesgado y heróico parece, no lo es tanto. En la actualidad, la democratización de la aventura, apta para todo quisqui que quiera sentirse Rambo durante unos segundos, y seguramente las presiones de la ONG "Turismo indiscriminado sin barreras", han hecho que una reja salvaguarde la integridad física de los temerarios y que un amable lugareño los sujete mientras hacen equilibrios para darle el ósculo de rigor a la piedrecita que los convertirá en buenos y eficaces charlatanes.









En fin, quizás la piedra y sus poderes dadores de elocuencia contrarresten el efecto que, al abandonar Blarney, persiste en ti: ese estado en el cual, como Humbert Humbert ante las provocaciones de Lolita, te quedas sin palabras.


3 comentarios:

María Malo García dijo...

Hola Marta!! Me ha encantado el artículo, acabo de comprobar que ese rumor que corre por ahí de que te pierde la literatura es cierto! Estoy deseando visitar el castillo y comprobar por mi misma si la piedra tiene o no poderes.
Nada más decirte que enhorabuena por tu post, que en serio me ha encantado!

Irish dijo...

Muchas gracias por utilizar mi blog como referencia para hacer tu comentario sobre Blarney Castle.

Enhorabuena, es muy bueno y completo este post.

Un Saludo

Teamhair

Teamhair dijo...

Feliz Año !!